El Planeta Pablo

Abuso sexual en la religión: Pedofilia que queda Impune

Las agresiones sexuales a menores de edad por parte de miembros de las congregaciones religiosas es un tema que ha sido objeto de controversia durante décadas. A pesar de los esfuerzos por parte de la iglesia para enfrentar y prevenir estos delitos, sigue siendo un problema persistente en todo el mundo. En este artículo, exploraremos la historia de las agresiones sexuales a menores de edad por parte de la religión y examinaremos las acciones tomadas para prevenir y abordar este problema.
Desde la década de 1980, ha habido informes de casos de agresiones sexuales a menores de edad cometidos por miembros de la iglesia. En Estados Unidos, los casos más notorios involucraron a sacerdotes católicos acusados ​​de abusar sexualmente de niños y jóvenes en varias diócesis del país. En 2002, el escándalo de abuso sexual en la iglesia católica en Boston fue revelado por una investigación del periódico The Boston Globe. La investigación encontró que durante décadas, la iglesia había encubierto los abusos sexuales de sacerdotes y los había trasladado de una parroquia a otra en lugar de informar a la policía.
El informe de The Boston Globe llevó a una serie de investigaciones a nivel nacional y, finalmente, a una disculpa pública del Vaticano. A pesar de estos esfuerzos, los casos de agresión sexual continúan siendo reportados en todo el mundo. En 2019, un informe del periódico alemán Der Spiegel reveló que más de 3.600 niños y jóvenes habían sido víctimas de abuso sexual por parte de miembros de la iglesia católica en Alemania entre 1946 y 2014.
La iglesia católica no es la única institución religiosa que ha enfrentado acusaciones de abuso sexual. En Australia, una comisión real investigó acusaciones de abuso sexual en instituciones religiosas, incluyendo la iglesia católica, entre 2013 y 2017. La comisión encontró que más del 60% de los casos de abuso sexual infantil reportados se habían cometido en instituciones religiosas. También se encontraron casos de abuso sexual en otras religiones, incluyendo la iglesia anglicana y los testigos de Jehová.
Las víctimas de abuso sexual por parte de miembros de la iglesia a menudo son niños y jóvenes vulnerables que confían en sus líderes religiosos. Los abusos pueden incluir tocamientos inapropiados, violación y otros actos sexuales. A menudo, las víctimas son coaccionadas para que mantengan en secreto el abuso, a veces con la amenaza de ser expulsados de la iglesia o de ser castigados por Dios.
A pesar de la gravedad de estos delitos, muchas instituciones religiosas han sido criticadas por no tomar medidas adecuadas para prevenirlos o abordarlos. Algunas instituciones han sido acusadas de encubrir los abusos o de trasladar a los abusadores a otras congregaciones. En algunos casos, se ha informado que las víctimas han sido silenciadas o que se les ha dicho que perdonen a sus agresores.
La Iglesia Católica ha sido una de las instituciones más criticadas por casos de abuso sexual a menores. En Estados Unidos, desde el año 2000, más de 10.000 víctimas han denunciado abusos sexuales cometidos por sacerdotes. La mayoría de estos casos ocurrieron en los años 60 y 70, y fueron encubiertos por la jerarquía de la iglesia.
El Papa Francisco ha intentado abordar el problema y ha creado una comisión para la protección de menores, pero muchos creen que aún no se han tomado medidas suficientes para prevenir y abordar estos casos.
La Iglesia Católica no es la única institución religiosa que ha enfrentado denuncias de abuso sexual a menores. En Australia, una comisión real investigó durante varios años denuncias de abuso sexual a menores en instituciones religiosas, incluyendo la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana y otras denominaciones cristianas. La comisión encontró que, desde 1950, más de 4.000 instituciones habían sido acusadas de abuso sexual a menores y que había más de 15.000 víctimas.
En Irlanda, la Iglesia Católica ha sido criticada por su manejo de casos de abuso sexual a menores en internados católicos. En 2009, el informe Ryan expuso que, durante décadas, miles de niños habían sido víctimas de abuso sexual y físico por parte de miembros de la Iglesia Católica y de otras órdenes religiosas en Irlanda.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo la religión ha sido utilizada para encubrir abusos sexuales a menores y cómo las instituciones religiosas han fallado en proteger a los niños y jóvenes a su cuidado. Aunque algunas iglesias han tomado medidas para prevenir el abuso sexual a menores, la falta de transparencia y la cultura del encubrimiento siguen siendo un problema en muchas comunidades religiosas.
En conclusión, los casos de abuso sexual a menores por parte de la religión son un problema serio y preocupante que ha afectado a muchas comunidades en todo el mundo. Es importante que las instituciones religiosas tomen medidas concretas para prevenir y abordar estos casos, y que se brinde apoyo y justicia a las víctimas.
También ha habido casos de abuso sexual en la religión budista. En los últimos años, se han denunciado casos de abuso sexual a menores y a monjas por parte de líderes y maestros budistas en países como Tailandia, Sri Lanka y Estados Unidos.
En Tailandia, se ha denunciado que algunos monjes han abusado sexualmente de menores y han sido acusados de corrupción y otros delitos. En Sri Lanka, un prominente líder budista fue acusado de abusar sexualmente de monjas y se inició una investigación en su contra. En Estados Unidos, un maestro budista fue acusado de abusar sexualmente de varias mujeres, incluyendo a una menor de edad.
La religión budista enfatiza la compasión y la bondad, pero estos casos de abuso sexual han puesto en entredicho la integridad de algunos líderes y maestros budistas. Es importante que se tomen medidas para prevenir y abordar el abuso sexual en la comunidad budista y que se brinde apoyo y justicia a las víctimas.
En resumen, el abuso sexual a menores es un problema que afecta a muchas comunidades religiosas, incluyendo la religión budista. Es importante que se tomen medidas para prevenir y abordar estos casos y que se brinde apoyo y justicia a las víctimas.
La controversia en torno al beso que el Dalai Lama le dio a un niño demuestra que incluso las figuras religiosas más prominentes no están exentas de críticas y cuestionamientos. Es importante recordar que el respeto y la protección de los derechos de los niños deben ser una prioridad para todos, independientemente de su religión o estatus. Debemos continuar cuestionando y denunciando cualquier tipo de abuso o violencia, y trabajar juntos para crear un mundo más seguro y justo para los niños.
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