El 10 de diciembre el Ministerio de Educación depositó junto con el miserable sueldo que se les paga a los docentes venezolanos un no menos miserable denominado "Bono Hallaquero" de 300.000 bolívares, con el que se supone que los maestros harán las hallacas tan propias de esta época.
Habría que preguntarle al ministro Aristóbulo Isturiz ¿Cuantas hallacas hace el señor ministro con 300.000 bolívares?, desde luego no lo sabe, porque en la época que a él le toco vivir como docente no se humillaba al magisterio de esta manera tan vil e inhumana, el vivió todo el tiempo disfrutando como sindicalero exigiendo reivindicaciones para el gremio, las cuales ha eliminado ahora como ministro de educación, el peor de nuestra historia republicana, por cierto.
En los actuales momentos el régimen pretende exportar la idea de que a pesar de la pandemia, Venezuela da ejemplo de cómo se debe llevar la educación en tales circunstancias a través de la propaganda oficial y la censura y autocensura de medios de información aliados o cómplices que para el caso da igual.
Este régimen y su ministro Aristóbulo han agredido al magisterio como nunca antes, todos los logros que alcanzaron durante los 40 años de democracia ha sido enterrados en el fango de la indignidad, y cuando digo fango no es una metáfora, no puede olvidarse que cuando los docentes han acudido al ministerio a reclamar un salario justo y digno como lo consagra el Art. 91 de nuestra Constitución Nacional aún vigente, han sido recibidos por la policía y los paramilitares llamados colectivos quienes además de lanzar bolsas de excremento ante los maestros, le han golpeado, atracado y humillado.
Un régimen que se autoproclama "bolivariano" ha hecho todo lo contrario que planteaba Bolívar respecto a la educación, quisiera recordarles a estos bolivarianos amantes del dólar que en el discurso de Angostura en 1819, Bolívar plantea:
"La educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor fraternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primera necesidades".
Es claro que un estadista de verdad sabe la importancia que tiene la educación para un país.
Bolívar también escribe en un artículo de prensa en 1825 lo siguiente:
"Las naciones marchan hacia el término de su grandeza con el mismo paso con que camina la educación. Ellas vuelan, si ésta vuela; retrogradan, si retrogada; se precipitan y hunden en la oscuridad, si se corrompe, o absolutamente se abandona”.
Tenía razón el Libertador, se ha demostrado que los países que han alcanzado el desarrollo se han fundamentado en una excelente educación, y los países que la han abandonado retroceden a la barbarie.
El magisterio venezolano ha sido burlado una vez más con un bono hallaquero de 300.000 bolívares aunque no debe sorprender estas prácticas indignantes de un régimen que detesta las luces y más aún la moral, razón por la cual mantiene a los educadores en la miseria, en la indigencia material, famélicos, porque la única forma que tienen para mantenerse en el poder además de la represión legal e ilegal, es mantener al pueblo en la ignorancia, en el oprobio, se podría citar a Bolívar una vez más en el discurso de Angostura cuando afirmó que un pueblo ignorante en instrumento ciego de su propia destrucción.
Todos los profesores debemos realizarle al señor ministro la pregunta ¿Cuántas hallacas hace usted con 300.000 bolivares?