24 de noviembre - Derrocado Don Rómulo Gallegos - Ángel Muñoz

Tal día como hoy, pero en 1948 fue derrocado el presidente constitucional de la República de Venezuela don Rómulo Gallegos, el primer presidente elegido por el voto universal, directo y secreto de nuestra historia, el golpe de estado fue llevado a cabo por un grupo de militares que no estaban dispuestos a permitir que los civiles dirigieran los destinos del país y que se arrogaban para si el derecho de continuar gobernando al país como lo venían haciendo incluso en contra de la voluntad mayoritaria del pueblo.

Es ilustrativa la fotografía de Don Rómulo Gallegos rodeado de militares poco antes del golpe de estado, entre ellos Gallegos el único civil, muestra de la Venezuela que venía siendo gobernada casi exclusivamente por militares desde 1830, de tal suerte que el músculo civil para contraponerlo a las charreteras aún no estaba suficientemente fortalecido y los militares pretendían seguir gobernando a perpetuidad.
El alto mando militar en violación flagrante de la constitución nacional le presento un pliego de exigencias al presidente Gallegos para condicionar su apoyo al gobierno y por supuesto este como lo exige la dignidad no lo acepta y responde que fue elegido por el pueblo y solo a este debía responder, ante esta respuesta fue hecho preso y luego expulsado del país, tal como había ocurrido con el Dr. José María Vargas en 1835.
Este funesto día marca un retroceso en la historia y aborta el intento de un sistema democrático y tanto peor 10 años de una cruel y despiadada dictadura militar, bueno en realidad todas son así. Es oportuno decir que muchas de las obras que se atribuye la dictadura fueron proyectos del gobierno de Gallegos verbigracia, la autopista Caracas- la Guaira, la Avenida Bolívar, y la Ciudad Universitaria, sólo que el golpe de estado impidió que el gobierno democrático pudiera realizar esas obras proyectadas.
Es un buen momento para recordar las palabras de Don Miguel de Unamuno ante el General Millan Astray cuando este último gritó en el recinto de la universidad de Salamanca ¡Abajo la inteligencia! ¡viva la muerte! Y con toda la dignidad de un civil Unamuno le respondió: Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha.
Los militares logran vencer porque tienen sobrada fuerza bruta, esa que les proporcionan las armas que deben resguardar en nombre de la república, pero no pueden convencer porque no tienen la razón cuando utilizan esas armas que la republica les confió en calidad de depositarios para derrocar gobiernos legítimos elegidos en comicios libres y democráticos.
Quien quiera ampliar sobre este tema podría ver el documental de Bolívar films Rómulo Gallegos Horizontes y caminos.


0 Comentarios