El Planeta Pablo

Tomás Lander un prócer civil y civilista - Ángel Muñoz


Se debe insistir en el reconocimiento de nuestros próceres civiles y civilistas, sus aportes, legado, que con el pasar de los años se han olvidado o se les han dado poca importancia debido a la tradición de resaltar con mayor énfasis los hechos bélicos de nuestras guerras civiles y de nuestras largas degollinas durante años.
Es por ello que se hace necesario destacar el papel de aquellos civiles que han contribuido de manera significativa con sus ideas propuestas y acciones para construir ciudadanía, para construir la república.
Tomas Lander nació en Caracas el 29 de diciembre de 1787, cursó estudios en la Universidad de Caracas, pero no pudo concluir sus estudios formales, sin embargo ello no fue óbice para que adquiriera una formidable formación autodidacta que logró adquirir de las fuentes de la ilustración europea de la cual emanaba también el liberalismo, leyó autores como Jack Montesquieu, Filangieri, Beccaria, Voltaire, Rousseau, Bentham, entre otros, esta formación fue complementada con sus viajes por Europa y por los Estados Unidos de Norteamérica. Allí pudo observar de manera directa el funcionamiento de sociedades avanzadas, contribuyendo para afianzar sus convicciones republicanas y liberales.
Fue Tomas Lander el verdadero ideólogo y arquitecto de la fundación de la Sociedad Liberal de Caracas, o como se le conoció posteriormente, el Partido Liberal cuyo origen quedó establecido en 1840, no es cierto lo que plantean los libros de bachillerato que le dan este protagonismo a Antonio Leocadio Guzmán, es cierto que participó en su fundación, pero el de la idea de fundar el partido fue de Lander, quien venía ejerciendo un importante papel desde la prensa de la época para defender al gremio que representaba, en este caso a los agricultores, perjudicados por la aplicación de la Ley de Libertad de Contratos y la Ley de Espera y Quita.
Este ilustre venezolano fue el más importante representante del agrarismo en Venezuela; propuso nuevas tecnologías para impulsar el desarrollo de la agricultura nacional, además fue fundador de varios periódicos, entre ellos destacan "El Agricultor" y "El Relámpago de Marzo", tenía unas publicaciones a las que denominaba "fragmentos" y firmaba con "yo", no podría decirse que usaba esto como pseudónimo, ya que todos sabían quién era "yo", el mismo aclaraba "yo" y Tomás Lander somos la misma persona.
Tuvo un papel destacado como diputado provincial, desde esa tribuna realizó importantes propuestas y peticiones al Congreso Nacional, entre ellos la secularización de la enseñanza, la libertad de culto, libertad de imprenta, lo que en la actualidad sería la libertad de prensa, la eliminación de la pena de muerte, eliminación de las penas crueles y el establecimiento del matrimonio civil, también propuso la eliminación de fueros militares y eclesiásticos, abogó como un demócrata por la alternancia en el gobierno y en los cargos públicos, como puede observarse, muchas de las reformas que realizaron los gobiernos durante el siglo XIX y XX, fueron propuestas tempranas realizadas por Tomás Lander.
Es muy posible que Lander haya sido rechazado y olvidado al menos por dos razones, la primera es que de manera muy respetuosa y afectuosa pero también contundente enfrento dos propuestas de Simón Bolívar, la primera, la inconveniencia de la unión colombiana (La Gran Colombia), más allá de 1824 y desde luego la adopción de una forma de gobierno centralista en menoscabo del federalismo, del cual era partidario y acendrado defensor Tomás Lander, la segunda, el rechazo a la implementación en imposición de la constitución de Bolívar de 1825, que establecía la presidencia vitalicia y a la vez designaba su sucesor en el vicepresidente, lo que a la vista de los liberales constituía una monarquía sin corona, esto era inaceptable para un republicano liberal como Lander. Desde luego que en un país en el cual por conveniencia política se ha establecido un culto bolivariano, dogmático como suele ser todo culto, un personaje como este tratan de no destacarlo mucho porque fue contrario a varias ideas del Libertador, y ello es considerado una blasfemia para aquellos que por ignorancia o indigencia intelectual no logran entender que los hombres solo son eso, hombres, con virtudes y defectos, con luces y sombras.
El culto bolivariano ha tomado nuevos aires en los últimos 20 años, porque se ha llevado al paroxismo, al uso y al abuso del Libertador en la propaganda política y a pesar de los esfuerzos realizados por los más ilustres historiadores como el Dr. Germán Carrera Damas con su monumental obra "El Culto a Bolívar", el Dr. Elías Pino Iturrieta y sus obras "El Divino Bolívar y Nada Sino un Hombre", por supuesto el libro de nuestro Manuel Caballero "Por qué no soy bolivariano", entre otras obras importantes, el peso de la propaganda del culto ha sido superior.
A estas dos razones anteriores se le puede agregar una tercera, y es que Lander era un civil y en un país de tradición militar son más importantes los hombres de charreteras, espadas y fusiles que los de fina e inteligente pluma, de ideas y propuestas avanzadas, es decir, los próceres civilistas, ellos se ha incrementado en los últimos 20 años de manera significativa y exagerada.
Debemos aspirar a gobiernos civiles dirigidos por civiles, con alternancia democrática, con gobiernos descentralizados y donde haya libertad de expresión, de allí la vigencia de pensamiento de Tomás Lander en la Venezuela de nuestros días.
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